BOTIJA.
Botija es un municipio de la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Se encuentra en la comarca histórica de Tierra de Montánchez en el sur de la provincia y ocupa una superficie de 18,4 kilómetros cuadrados. Su distancia a la capital de la provincia es de 32 km.
GEOGRAFIA.
Situado al sudeste de Cáceres en el interior de la penillanura, limita con los términos de Torremocha, Valdefuentes, Benquerencia, Plasenzuela, Salvatierra de Santiago y Cáceres.
La red hidrográfica que ocupa el término es poco importante, tan solo es destacable un tramo del río Tamuja que atraviesa el término de sur a norte y que muestra ya el comienzo del encajonamiento en la penillanura.
Desagua en el Almonte por su izquierda tras recibir las aguas del Gibranzos y el Magasca. El río Tamuja en los meses en los que se producen las precipitaciones fluye rompiendo la dureza del paisaje, introduciendo vida y colorido en el solaz duro y rotundo de la llanura. Este río es de una acusada personalidad tanto por sus características y recorrido, como por su vinculación a la historia y al territorio. Su curso es Espacio Natural Protegido.
Las características climáticas configuran la zona como ecosistema típicamente mediterráneo, con veranos calurosos y secos e inviernos suaves y lluviosos.
El municipio de Botija disfruta de una de las dehesas boyales más importantes de la comarca, en ella se dan distintos tipos de paisajes, relacionados entre sí por el ganado, que son:
- El monte donde abundan el matorral mediterráneo (jaras, retamas, lavanda) mezclado con encinas.
- Los pastos que se deben al clareado del matorral y del arbolado, así como a la acción del ganado.
La zoogeografía de este municipio es propia de los espacios adehesados y con vegetación mediterránea. Los animales más comunes que podemos encontrar en nuestro municipio son el conejo, la liebre y el jabalí. En esta localidad se han localizado varias parejas de cigüeña negra que debido a la escasez de ejemplares en la Península y la tendencia al descenso en su número hace de esta dehesa un importante ecosistema a conservar.
Animales como el zorro, el tejón o la garduña y gran diversidad de aves acuáticas, carroñeras, rapaces diurnas y nocturnas, reptiles diversos y un largo etcétera conforman el resto de los animales silvestres de la zona.
POBLACION.
Aunque de siempre estuvo poco poblado, durante la primera mitad del siglo XX su población aumento notablemente, llegando alcanzar a principio de la década de los sesenta su máximo histórico con 744 habitantes, comenzado a partir de ese momento a pierde población como consecuencia de la gran emigración que sufrió toda Extremadura en la segunda mitad del mencionado siglo. Al comenzar el XXI su población solo alcanzaba los 171 habitantes, manteniéndose sobre esa cantidad en los primeros años de dicho siglo. En 2015 sus habitantes tan solo eran 189.
HISTORIA.
En el término municipal de Botija, a unos dos kilómetros de la población, existe un yacimiento arqueológico de la Segunda Edad del Hierro, Tamusia, conocido hoy como «Castro de Villasviejas del Tamuja», pero se cree que no hay ninguna relación de este poblado con el origen de Botija.
De lo que sí hay constancia documental es de lo siguiente:
Durante el siglo XII se suceden varias incursiones cristianas en la comarca, hasta que en 1230 se produce la definitiva Reconquista pasando a pertenecer la Villa de Montánchez y su Tierra (a la que pertenecía Botija) a la Orden de Santiago, según un privilegio de donación de estas tierras concedido por el rey Alfonso IX, revalidado en 1231 y 1234 por Fernando III. En 1236 se concede privilegio de población y fuero a la Villa de Montánchez y su Tierra.1
La Orden de Santiago estableció a partir del siglo XIII un señorío inmenso en Extremadura, territorios que dentro de la Orden recibieron el nombre de Provincia de León de la Orden de Santiago.2 No obstante, existía una jurisdicción eclesiástica que radicaba en Llerena y se denominaba la Diócesis de San Marcos de León. De esta manera Botija pertenecía a la Encomienda de Montánchez, Provincia de León y Diócesis del Priorato de San Marcos de León.
Botija perteneció a la Orden de Santiago y su Diócesis hasta que en el siglo pasado desaparecen las Órdenes Militares por mandato papal. Así de los catorce pueblos que componían la Encomienda de Montánchez, cinco, que son Salvatierra, Botija, Benquerencia, Torremocha y Zarza, pasan a pertenecer a la Diócesis de Coria-Cáceres y el resto a la de Badajoz, no obstante en 1958 los que pertenecían a Badajoz se integran en la de Coria-Cáceres, quedando la jurisdicción eclesiástica tal y como está actualmente.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Montánchez.3 En el censo de 1842 contaba con 83 hogares y 455 vecinos.4
ARQUITECTURA.
En el plano arquitectónico cabe destacar la Iglesia de Santa María Magdalena, de sencilla estructura.
Es obra de mampostería reforzada mediante contrafuertes y esquinas de cantería, realizada en su mayor parte durante el siglo XVII, aunque la presencia de alfiz en alguna de sus puertas indica la existencia de un templo anterior.
Constituye un rectángulo dividido hacia el interior en cuatro tramos. El de la cabecera va cubierto con cúpula sobre pechinas, y los restantes formando la única nave, mediante bóveda de medio cañón con lunetos.
Al exterior sobresalen los volúmenes de la torre adosada a los pies y del cuadrangular que envuelve la cúpula.
Al lado meridional de la cabecera se adosa una sacristía de grandes proporciones. Su portada más notable, con arco de medio punto encuadrado en alfiz, se abre en el lado norte. Tomando como base el baptisterio, se eleva la torre, de planta cuadrada y dos cuerpos, coronada por medio de un chapitel y bolas angulares sobre plintos.
El edificio conserva en su interior diversos retablos, tallas y óleos barrocos de variado interés. Merece destacarse un retablo repintado del siglo XVI, situado en el lado de la Epístola, en el que aún se conservan algunas pinturas sobre lienzo.
Ya dentro de su casco urbano, resulta necesario referirse a su arquitectura popular, humilde, pero de gran atractivo, con viviendas de uno o dos pisos, generalmente construidas a base de mampostería vista.
FIESTAS LOCALES.
En Botija se celebran las siguientes fiestas:6
- San Sebastián, el 20 de enero;
- Carnavales;
- Romería del Cristo Resucitado, el domingo de Resurrección;
- Santa María Magdalena, el 21 y 22 de julio;
- Sagrados Corazones de Jesús y María, el 11, 12 y 13 de agosto;