‘Adopta un abuelo’, un programa para paliar la soledad y llenar de frescura las residencias de mayores
Cáceres se ha sumado a la red de ciudades amigas de esta iniciativa, que se nutre de jóvenes voluntarios
El objetivo es que los mayores se sientan acompañados. También es una experiencia gratificante para sus acompañantes, que se llevan una buena lección de valores
Eldiario.es/Extremadura Jesús Conde 7 diciembre 2018
Es una iniciativa que desea paliar la soledad de personas mayores con la implicación desinteresada de la juventud. Cáceres se ha sumado a la red de ciudades amigas del programa ‘Adopta un abuelo’.
El objetivo es que se sientan acompañados. También es una experiencia gratificante para la red de voluntarios, que se llevan una buena lección de valores y el acervo de sus nuevos abuelos.
El programa ya funciona en la residencia Ciudad Jardín Parque del Príncipe de la capital cacereña. Allí acude casa semana una docena de voluntarios. Acaban de conocer a su abuelo o abuela y van entablando las primeras conversaciones, un momento muy emotivo que queda grabado en la retina de todo el mundo.
Los voluntarios
Se buscan personas de entre 16 y 35 años, aunque el perfil mayoritario es el mujeres jóvenes de unos 20 años. Las personas voluntarias acuden en pareja para garantizar que haya una dependencia emocional y para que la comunicación sea más fluida durante el intercambio.
‘Adopta un abuelo’ es una iniciativa gestionada por una asociación sin ánimo de lucro que cuenta con personas voluntarias de todo el territorio nacional. La propuesta se nutre de una empresa que gestiona el voluntariado a través de una APP, que permite la comunicación interactiva entre las personas participantes.
Alberto Cabanes, presidente y fundador de Adopta Un Abuelo, señala que han sobrepasado todas las expectativas. Han recibido más de 10.000 solicitudes y existe una larga lista de espera para acompañar a los abuelos.
La idea nace del propio presidente de la asociación, cuando conoció a la historia de Bernardo, un mayor que estaba sólo y que quería tener un nieto. Los ‘apadrinamientos’ han ido creciendo y hoy en día cuentan con una red de 400 voluntarios, que acuden a 30 centros residenciales de una veintena de ciudades.
Mayores, grandes maestros de vida
Su organizador explica que el acompañamiento es un modo de rendir tributo a los mayores. “Son grandes maestros de la vida, con un bagaje en sus espaldas que debe ser escuchado y respetado. Están llenos de sabidurías y valores. Auténticos héroes que deben ser escuchados y que pueden aportar mucho a la sociedad”.
Valora la implicación de la juventud cacereña en el programa y la posibilidad que se abre para crear nuevas amistades de dos generaciones diferentes. “Ha sido duro dejar algunos participantes fuera del programa porque hemos tenido muchas más solicitudes que mayores, pero es muy motivador saber que haya tantos jóvenes implicados dispuestos a donar su tiempo”.