AZUAGA.
Azuaga es un municipio perteneciente a la provincia de Badajoz en la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Se halla situado al borde de Sierra Morena y se encuadra dentro de la comarca de Campiña Sur, en el límite con las provincias andaluzas de Sevilla y de Córdoba. Dista 145 km a Badajoz capital, 125 a Córdoba y 140 a Sevilla. Con una extensión de 497,3 km2, pertenece a la Mancomunidad de Campiña Sur, siendo el cuarto termino en extensión de la provincia de Badajoz
El área de actuación de Azuaga comprende un radio de unos 50 km de norte a sur, donde se concentran las localidades más próximas, aunque distantes unas de otras. Dichas poblaciones se abastecen de importantes servicios de índole agraria, sanitaria, educativa y social.
Los núcleos de población que componen esta Mancomunidad son:
- Azuaga
- Berlanga
- Campillo de Llerena
- Granja de Torrehermosa
- La Cardenchosa (Entidad local menor)
- Maguilla
- Malcocinado
- Peraleda del Zaucejo
- Valverde de Llerena
HISTORIA.
Prehistoria y antigüedad.
Azuaga es un lugar de rica historia. En su término y en el entorno de su casco urbano, se encuentran restos de asentamiento humano megalitistas (más de 30 dólmenes catalogados), del Calcolítico, Edad del Bronce y también del Período Orientalizante. Son varios los poblados prehistóricos repartidos por su término municipal, destacando el del cerro del castillo, origen de la actual población.
En la época de dominación romana, Azuaga se convierte en municipio dentro de la provincia Baetica, aún no está claro su topónimo en esta época, tal como se desprende de las interesantísimas inscripciones que se conservan en el ayuntamiento, sería el [M] Municipium [F] Flavio [V] y aquí es donde viene el problema de identificación, según el prestigioso investigador A. U. Stylow, podría ser victotiense, (municipium flavio vistoriense), es decir Azuaga sería la ciudad "Victoria" de los romanos, quizás para conmemorar una importante victoria militar. Hay que recordar que Azuaga fue un lugar fronterizo y estratégico. Sus habitantes eran de la tribu Galería. Restos de esta época son cuatro cipos con inscripciones, que se conservan en el ayuntamiento y que originariamente pertenecían a un conjunto monumental formado por ocho. La actual fuente Atenor proviene de esta época, también existen importantes vestigios de minas en diferentes puntos del término municipal, algunos de ellos muy interesantes en el propio casco urbano de la localidad, concretamente unos desagües de más de 1 m y 60 cm de alto, torres de vigilancia, así como numerosísimos restos de villas romanas repartidos principalmente por la zona de la campiña.
Época visigoda.
De esta etapa se conserva, que sepamos por el momento, una columna de mármol en el patio de la Parroquia del Cristo del Humilladero, así como un capitel en una vivienda particular. Según algunos autores la desaparecida iglesia de San Bartolomé,
en el camino de Fuente ovejuna, puede tener sus raíces en época visigoda. Desgraciadamente este periodo histórico ha sido muy poco estudiado.
Al-Ándalus.
Con la caída de Hispania en manos musulmanas, comienza un floreciente periodo para Azuaga. Entre las evidencias históricas de la Azuaga musulmana, encontramos la del geógrafo y viajero árabe Al Idrisi, que mencionaba la población en el siglo XII, aludiendo a ella como un fuerte situado sobre una eminencia. Este es el primer escrito que recoge la existencia de Azuaga con este nombre. Todo parece indicar que la población que se asienta en Azuaga es de la tribu bereber de Al-Zuwaga. El resto más importante de esta época es el Castillo. La base de alcazaba árabe parece ser del siglo XI. También se conservan otras estructuras como puentes, torres defensivas, acequias...
Reconquista[editar]
Tradicionalmente se fija en 1236 la reconquistada de Azuaga para el Reino de Castilla, bajo el reinado de Fernando III el
Santo, por la Orden de Santiago dirigida por el maestre Pelayo Pérez Correa. Azuaga era un lugar estratégico, con su reconquista se pretendía controlar los caminos que unían Córdoba con Badajoz y Mérida. Apuntar que aún existes muchas incógnitas respecto a cómo fue su reconquista y los años siguientes a esta. En los primeros años después de su reconquista perteneció al Concejo de Sevilla, debido a que la repoblación no fue efectiva, paso a depender de la Orden se Santiago. Desde entonces, fue notable y rica encomienda de dicha Orden. Los cristianos acogieron también el Castillo, pero construyeron varias torres; una de ellas, la del Homenaje, como muestra de la nueva etapa cristiana. Dos de las dichas torres son las que se conservan en la actualidad.
En el año 1477, la localidad de Azuaga fue sede de un importante acontecimiento: en la Ermita de San Sebastián (que luego se convertiría en el Convento de La Merced y más tarde en la Ermita de La Merced), tuvo lugar el capítulo general de la Orden de Santiago, que nombró maestre de la misma a don Alonso de Cárdenas.
Uno de los comendadores que tuvo Azuaga fue Luis de Portocarrero, virrey del Perú y hombre muy influyente de su época. Él fue quien mando edificar la extraordinaria y majestuosa iglesia gótica de la consolación.
Edad Moderna.
En 15941 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago y contaba con 1208 vecinos pecheros. El crecimiento de la localidad resulta imparable, y en el primer censo de 1551 de la población extremeña, Azuaga aparece como el núcleo de población más grande de Extremadura. Así era también en censos del siglo XVIII, donde aparece como una de las principales villas de la región. En cuanto al sector laboral, predominan en toda la zona las actividades artesanales y manufactureras. En Azuaga destacan sobre las demás las labores textiles, más concretamente la industria de los tintes.
Durante estos siglos, varios azuagueños ilustres destacaron en actividades diversas. En el campo artístico destaca Agustín del Castillo(1590-1626) quien trabajó en Córdoba tanto al óleo como al fresco y fue padre del más conocido Antonio del Castillo y Saavedra. En el campo eclesiástico, destacan dos personajes del siglo XVI que curiosamente adoptaron el mismo nombre, Fray Pedro de Azuaga. El primero de ellos fue un importante teorizante franciscano; su lucidez le llevó a convertirse en
consejero permanente de Felipe II. El segundo centra su actividad en el último tercio del siglo XVI; fue escalando posiciones en el estamento religioso, hasta que se convirtió en Obispo de Chile en 1596.
También tuvo Azuaga un papel destacado en la colonización de América, siendo la séptima ciudad extremeña que más emigrantes aportó. Hecho aún más significativo si tenemos en cuenta que Extremadura aportó algunos de los mayores contingentes en la conquista de América. entre esos emigrantes tenemos, exploradores, fundadores, militares, clérigos..., incluso un participarte en el segundo viaje de Colón "Juan Franco". Esta emigración al nuevo mundo revirtió en la creación de obras de arte y monumento de la localidad. Eran habituales las capellanías ordenadas por indianos o sus herederos. Una huella clara de la repercusión del descubrimiento la tenemos en las caras de indios americanos que aparecen en distintos puntos de la parroquia de la consolación.
Edad Contemporánea.
Durante el siglo XIX Azuaga empieza a explotar de forma intensiva sus minas de plomo, se convirtió en la localidad extremeña con mayor crecimiento demográfico y ya a finales de este siglo era la cuarta población de la región, tras Badajoz, Cáceres y Don Benito. De esta época procede uno de los mayores patrimonios del municipio, su trazado urbano, uno de los mejores ejemplos del sur de España, calles anchas y manzanas rectilíneas. El entorno de las calles Lepanto, Prieto Molina, Estalajes... se construyen en la época y muchas otras se planifican entonces. Existió previsión de futuro, concibiendo un municipio grande y moderno.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Llerena.2 En el censo de 1842 contaba con 1146 hogares y 4500 vecinos.3
En Azuaga nació el movimiento obrero de Extremadura, la gran concentración de obreros del campo y sobre todo de la minería, hicieron de este municipio un foco importantísimo en la organización y movilización de los trabajadores. En esta época proliferaron publicaciones de diferentes ideologías, como "El Amigo del Pueblo", vinculado al movimiento obrero de carácter libertario.
En el siglo XX, Azuaga vive años de extremada agitación. Azuaga vive una época de esplendor en el segundo tercio del siglo XX, debido a la intensa actividad minera, se convirtió en el primer productor de plomo del mundo, su producción influía en la cotización mundial de este mineral. Los ricos yacimientos de plomo (y en menor medida, de plata), supusieron un fuerte resurgimiento económico de toda la zona. Durante la Guerra Civil Española las tropas sublevadas, al mando del coronel Delgado Serrano, ocuparon la localidad en agosto de 1936 y perpetraron una masacre en la que ejecutaron a 300 habitantes.
POBLACIÓN.
Según se puede observar en el gráfico adjunto, durante la segunda mitad del siglo XIX, la población de Azuaga experimento un notable aumento, pasando de los 4.550 habitantes que tenía en 1945 a los 14.192 que alcanzo nada más comenzar el siglo XX. Siglo en el que también siguió aumentado su población hasta llegar a su máximo histórico con 17.17.669 habitantes al final de la década de los cincuentas, para a partir de esa fecha comenzar a perder población, como consecuencia de la gran sangría emigratoria que sufrió Extremadura principalmente en la década de los sesenta y setenta. Al terminar el siglo XX su población alcanzaba los 8.465 habitantes, casi la mitad de los que tenía al comenzar el mismo. En 2015 sus habitantes solo alcanzaban la cifra de 8.031, siendo su densidad 16,3 Hab/km2, casi solo la mitad de la media de la Región
En lo referente a su emigración, es importante la colonia de azuagueños emigrados a San Baudilio de Llobregat (provincia de Barcelona). Se calcula que aproximadamente la mitad de los nacidos en Azuaga actualmente no viven en ella.
PATRIMONIO.
- Iglesias parroquiales católicas del Santo Cristo del Humilladero y de Nuestra Señora de la Consolación, en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.6
- Iglesia de la Merced, el templo más antiguo que se conserva, declarado monumento histórico-artístico, Ermita de Santiago, Ermita de la calle rastro (que conserva pinturas murales del pintor Juan del Castillo, quien fue maestro de Murillo y de quien se conservan varios lienzos en el museo de bellas artes de Servilla), Ermita de San Blas (construida sobre los restos de la primera parroquia de Azuaga, todavía se conserva un arco y una ventana mudéjar de aquel templo).
- Cristo del Humilladero de Francisco de Ocampo y Felguera considerada una de las mejores obras escultóricas del país, muy similar a El Calvario de Sevilla, obra del mismo autor.
- Barrio mudéjar y numerosas muestras de arte mudéjar en arquitectura civil.
- Fuente Atenor y pozo santo (fuente de origen romano y árabe respectivamente).
- Arquitectura civil solariega del siglo XIX y principios del siglo XX (ejemplos casa de la cultura, actual sede de la Escuela de Música y distintos edificios de las calles Llana, Mesones y Juan Ortiz, entre otras.
- Teatro Central Cinema y Teatro Cine Capitol, dos de los mejores ejemplos de arquitectura civil de toda Extremadura.
- Restos del Castillo y alcazaba. Junto a los restos árabes y cristianos de la fortaleza, se ve un aljibe romano bastante bien conservado y las excavaciones arqueológicas, que actualmente están abandonadas.
- Antigua estación de ferrocarril de estilo francés.
- Plaza de toros, se construyó a finales del siglo XIX, está dentro del catálogo de Plazas de Toros Históricas de España. Tiene capacidad para unos 3000 espectadores y curiosamente no es redonda sino ovalada.
- En el término municipal de Azuaga existen una treintena de dólmenes prehistóricos que todavía no se han puesto en valor. También se conserva en bastante buen estado de conservación el camino árabe de Córdoba, con puentes y torres defensivas en sus cercanías.
Castillo de Azuaga.
Los restos del Castillo se emplazan en un lugar dominante atestiguando con ello su creación por motivos estratégicos. De la etapa árabe se conservan escasos restos de muros, con las características fabrica de encofrados. Sin embargo, a través de la documentación se pone de manifiesto las importantes reformas que en él se efectuaron a partir del siglo XV por parte de los Caballeros de Santiago construyéndose incluso, edificaciones de nueva planta, como la Torre del Homenaje, erigida en 1486. Otras muchas intervenciones arquitectónicas se llevaron a cabo durante el XVI. En 1989 los únicos elementos perceptibles eran los restos de la citada Torre y de otra situada al sur.
Iglesia de Ntra. Sra. De la Consolación.
Su construcción se inició en 1515, desarrollándose las obras durante el primer tercio del siglo XVI. Es un templo espacioso, de tres naves, cubriéndose todos sus tramos con bóvedas de crucería sencilla, excepto en los pies y cabecera donde se realzaron con combados y terceletes, proporcionando figuras estrelladas muy completas y bellas. La portada occidental y la torre que se levanta sobre ella constituyen uno de los ejemplares extremeños más notable del gótico de los Reyes Católicos.
Por encima de la portada se elevan los tres cuerpos de la torre donde igualmente se puede ver una gran variedad de motivos ornamentales. También es muy atractiva la portada septentrional donde, como en el caso anterior, se combinan los elementos de tradición gótica y los recursos plateresco.
En el interior del templo se conserva cierta riqueza artística, destacando varios retablos barrocos adosados a los muros laterales y capilla bautismal del siglo XVI, fabricada de barro vidriado, y una amplia colección de piezas de orfebrería.
Iglesia de la Merced.
Aunque más antigua que la anterior, es más sencilla. Consta de una sola nave, cabecera poligonal y capillas adosadas al lado de la epístola. Lo más antiguo es la cabecera cubierta con bóvedas de crucería, así como los arcos apuntados que compartimentan la nave, la cual se cubría con techumbre de madera, construido todo a finales del siglo XV.
En el exterior son rasgos distintos los contrafuertes semicilíndricos que refuerzan la torre y el ábside concebido a modo de cubos de muralla, lo cual se combinan con almenaje que recorre el presbítero. Estas características confieren a la iglesia un aspecto defensivo y fortificado peculiar.
A.E.A.