CAMPANARIO
Es un municipio de la provincia de Badajoz, situado entre Villanueva de la Serena y Castuera, perteneciente a la comarca de la Serena y al Partido Judicial de Villanueva de la Serena. Su término tiene una superficie de 257,8 km2 y en 2016 tenía una población de 5.083 hab., siendo por lo tanto su densidad 19,7hab/km2.
El término municipal está atravesado por el río Zújar, que es un afluente de aquél por su margen izquierda. Pertenece a la comarca de La Serena y al Partido judicial de Villanueva de la Serena. El paisaje es el propio de la penillanura extremeña. Su superficie es alomada con altitudes que oscilan entre 300 y 400 metros, aunque hay montes más elevados hacia el sur que llegan a 600 metros. El terreno es árido, con afloramientos de granito y de pizarra, éstos muy característicos de Campanario, llamados localmente "dientes de perro". Como toda la comarca, tiene escasa vegetación arbórea, sobre todo bosque mediterráneo con aprovechamiento propio de la dehesa; aunque más del 80% del territorio es una llanura esteparia con pastizales y cultivos cerealísticos.
HISTORIA.
Prehistoria y protohistoria
Los primeros indicios que dejó el hombre por estas tierras se remontan al Calcolítico, en torno al III milenio a. C. Se han encontrado numerosos restos de industria lítica en la cuenca del arroyo “El Molar”, siendo significativa la concentración de éstos en torno a la presa de “El Paredón”. Abundan entre éstos las hachas pulimentadas y mazas metalúrgicas, además de grabados que se acercan tipológicamente a las inscripciones desarrolladas en la Edad del Bronce. De esta etapa, son dos importantes petroglifos que se pueden contemplar en la finca “Gamitas” y en los “Barrancos”, yacimientos que denotan grandes paralelos con los hurdanos.
En las cercanías del Guadalefra y el río Zújar se han documentado varios indicios de citanías protohistóricas en lo alto de cerros, si bien, nunca se han excavado para ver el alcance de tales manifestaciones.
Del mismo modo, abundan en todas las cercanías del núcleo urbano numerosos útiles del pueblo prerromano, representados en su mayoría por molinos barquiformes. Todos estos restos, hay que enmarcarlos cronológicamente en torno al II milenio y mediados del I a.d.C., algunos ya en la Edad del Hierro.
Yacimientos de La Mata
Es uno de los elementos más representativos de la protohistoria extremeña, destacando la conservación de sus muros de tapial sobre paramento de mampostería con los que forman varias dependencias o habitáculos. Aunque aún está en proceso de excavación, se puede intuir la monumentalidad del edificio, datado en el periodo orientalizante, en torno al ecuador del I milenio a. C., si bien, hay estructuras posteriores sobre él. En las cercanías se conservan los restos de una necrópolis de incineración, donde se aprecia una gran tumba con masa tumular entre otras ya muy arrasadas.
Petroglifo de El Herrador
También, con reminiscencias orientalizantes y de similar cronología, se ha encontrado en la finca “El Herrador” una placa de pizarra con caracteres típicos de la escritura griega y valores del tartésico según la tipología establecida por Gómez Moreno.
Romanización
Tras la llegada del mundo romano a tierras extremeñas en el siglo II a. C., la sociedad experimenta grandes cambios culturales que se manifiestan en la producción humana de manera significativa. Con toda seguridad, a falta de corroborarlo, la zona con mayor concentración de hábitat dentro de este término municipal recibió el nombre de “Valeria”, según Ortiz de Tovar, ubicada en las cercanías de “Las Iglesias Caídas”.
Son muchos los lugares de Campanario donde encontramos indicios de esta romanización, centrados sobre todo en época de Augusto y llegando incluso a tiempos del emperador Teodosio, en el siglo IV d.C. La numismática y la abundancia de tierra sigillata en los núcleos de concentración de villas, tales como la de “El Paredón”, las cercanas a La Guarda, “Las Viñas” e incluso la de “La Fuente de los Moros”, ha sido providencial para datar la ocupación romana en estas tierras, que al parecer perduró hasta bien entrado el siglo V y VI, a juzgar por algunos ejemplos de esta cerámica y utensilios con decoración tardo romana.
Entre los elementos más destacados y atractivos al público figuran el Recinto Fortificado tipo torre de la Portugalesa, fechado entre el primer cuarto del siglo I a. C. y finales del siglo I dC, y la propia Presa del Paredón, que aunque se duda de su cronología, es susceptible de ser encuadrada en esta época. Mención especial merece los restos encontrados en las cercanías de Piedraescrita, a los que haremos referencia más adelante.
Ortiz de Tovar, además de analizar al epígrafe que luego estudiaremos, cita la existencia de una piedra descubierta en las “Iglesias caídas” con el siguiente epígrafe: L. T. Avita. ann. XVIII. H. S. E. S. T. T. L. Su transcripción deja entender: "Lucio Tito pasó de esta vida a la edad de 18 años. Aquí está enterrado, séate la tierra liviana".
De la alta Edad Media, etapa que se funde con los últimos tiempos de Roma, tenemos algunos ejemplos de tumbas excavadas en granito en torno a las cuales abundan restos de tégula (tejas). Geográficamente se centran al suroeste de la localidad, próximas a tierras de La Guarda.
Edad Media
Las primeras referencias que tenemos de población después de los romanos, aun careciendo de base científica, aluden a unas alquerías musulmanas que tenían los moros de Magacela en la zona de las “Iglesias”, y que tras la reconquista del territorio se mandó repoblar con cristianos.
La repoblación de toda La Serena arrancó de la donación de la plaza de Magacela a la Orden de Alcántara en 1234, una vez tomado su castillo y villa por el Maestre D. Arias Pérez en 1232.
En el año de 1333 es la primera vez que aparece el nombre de “Campanario” para definir el núcleo de hábitat. El dato, aportado por Torres y Tapia, hace referencia a la compra de parte de unos molinos en el Zújar por Alvar Pérez, Comendador de Magacela. Según Ortiz de Tovar, por estas fechas ya estaría ubicado en el lugar que actualmente ocupa, traslado ocasionado por la escasez de agua en las “Iglesias”.
Marsá es de la opinión de que en la loma donde se ubica la parte antigua del pueblo hubo una muralla defensiva dotada de campanas que servían para llamar a los habitantes de las aldeas y campos colindantes, de ahí el origen del topónimo del pueblo. Por otro lado, y acompañan a ésta primera, se han lanzado varias hipótesis que aclaren el origen del nombre, tal es el caso de las proposiciones de los términos “Campo ario” y “Campo erario”, aludiendo el primero a la sequedad de las tierras en que se asienta y el segundo a la riqueza metalúrgica de la zona. También hay quién insiste en el origen religioso de éste, haciendo referencia a alguna ermita con campanario ya desaparecida
Edad Moderna
Según el presbítero Vicente Navarro del Castillo, la villa de Campanario contribuyó con veintidós de sus habitantes a la conquista americana, repartiéndose por la superficie del Nuevo Mundo donde quiera que hubo presencia española. Entre los que salieron de Campanario, hay que citar a Bartolomé Maldonado que actuó en la región andina, la parte fronteriza de lo que hoy conforma Colombia y Venezuela.
Otro de los hijos de Campanario que fueron importantes en Chile a principios del siglo XVII, fue Bartolomé Maldonado Guisado (o Madrigal), secretario de la Real Audiencia y alférez general, desde 1609 hasta que renunció en 1626. Había casado con doña Nicolasa Suárez de Ortuño, natural de Madrid y tuvieron 11 hijos (5 hijos y seis hijas). Bartolomé fallecía en Santiago de Chile, en 1636.
Campanario fue aldea de Magacela hasta 1525, cuando obtiene el privilegio de villa eximida confirmado por Felipe IV el 26 de septiembre de 1629.
Será a partir de ahora cuando el núcleo comience a crecer paulatinamente, de hecho, tal es su importancia que aparece entre el segundo cuarto del siglo XVI y toda la segunda mitad de esa centuria, en el quinto lugar con el mayor número de vecinos del Partido de La Serena. De Campanario dependían administrativamente sus dos aldeas, Quintana de la Serena y La Guarda. Actualmente solo la segunda depende de Campanario.
Al crecimiento demográfico le acompaña el urbano y monumental, y es en este siglo XVI cuando hay que señalar algunos aspectos artísticos significativos de la población. Con motivo de la visita de Rodríguez Villafuerte a la villa se relacionan todos los edificios notables, tanto los religiosos como civiles. Entre los primeros se citan la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción; Ermita de Nuestra Señora de las Iglesias (luego denominada “ de la Guía ”), cercana a la cual había otras dos, la Ermita de San Ildefonso y San Antón; Ermita de Piedraescrita; y Ermita de San Clemente. De los edificios civiles destacan entre otros las Casas de Encomienda de la Portugalesa, la Casa del Concejo y el Hospital de San Bernardo, mandado hacer por Alonso Godínez, Comendador de la Portugalesa y acabado en 1513. Se encontraba en el solar de la Plaza del Carmen que ocupa la ermita del mismo nombre y casas contiguas. Tenía éste una capilla sacra, dedicada al patrono del hospital que a su vez compartía protagonismo dentro de ella con otros santos como S. Benito, S. Domingo, S.Francisco y la Virgen.
Edad contemporánea
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Villanueva de la Serena.1 En el censo de 1842 contaba con 1383 hogares y 5406 vecinos.2
A mediados del siglo XIX crece el término del municipio porque incorpora a La Guarda.3
El desarrollo demográfico, urbano y social del núcleo que arranca del siglo XIX, se va manifestando poco a poco hasta llegar al XX, concretamente, en 1849 contaba con 900 casas habitadas, aunque la consistorial se declara en muy mal estado, lo mismo que la cárcel. El número de vecinos era de 4.383 y 5.406 almas, y seguían ejerciendo las escuelas de niños y niñas citadas a finales del siglo XVIII, así como otro edificio destinado a hospital para pobres. También, hay algunas novedades en cuanto a la importancia que adquieren algunos monumentos religiosos, ejemplo de ello es que a mediados del siglo XIX la Ermita de los Mártires es citada con la categoría de iglesia.
Con el crecimiento del pueblo, el ensanche empezó a tomar forma llegando al tramo final de la calle Real, configurándose “El Arrabal”, donde podemos contemplar posiblemente los mejores ejemplos de la arquitectura de finales y principios de siglo ataviada con magnífica decoración modernista en sus fachadas. Las Casas del Arrabal, son sin duda reflejo del dominio señorial y poder nobiliario que perduraba aún en estas fechas.
Durante la guerra civil, el aspecto artístico y monumental del pueblo quedó seriamente dañado. El frente, situado en estas tierras, hace que Campanario se convierta en uno de los escenarios donde se desarrollarán los acontecimientos más importantes y de mayor repercusión para el posterior desenlace de la contienda. Todavía son apreciables las trincheras de estos años en “los Barrancos”, elementos que destacan entre el paisaje natural.
En la Plaza de España, frente al Ayuntamiento, se puede contemplar el monumento al escritor local Antonio Reyes Huertas, consistente en una cabeza de bronce con tratamiento rugoso de la textura sobre un enorme monolito de granito. La obra es del artista barcarroteño Luis Martínez Giraldo, ejecutada en 1980. También de bronce, aunque más reciente, es la obra ubicada en el Parque y que representa el busto de otro hijo ilustre de la villa, el bibliófilo Bartolomé José Gallardo; realizada por el escultor villanovense Ricardo García Lozano.
Es también significativo el dato concerniente a la disputa entre varias localidades y Campanario sobre el origen del Conquistador de Chile Pedro de Valdivia, a cuyo nombre hay dedicada una losa de bronce en la fachada del Ayuntamiento.
PATRIMONIO.
Renacimiento
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Iglesia parroquial católica de Nuestra Señora de la Asunción, en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.6 Es una construcción de medianas proporciones levantada prácticamente en su totalidad a finales del siglo XV por D. Juan de Zúñiga con fábrica de mampostería y sillares en sus contrafuertes.
El interior es una sola nave dividida en tres tramos con arcos fajones y cubierta originaria de alfarje de madera; mientras, el altar del templo se cubre con bóveda de crucería, levantada en época contemporánea por haberse desplomado.
Dentro de sus muros podemos contemplar varios retablos de los siglos XVIII y XIX como elementos más interesantes, conservándose algunas piezas barrocas de platería labrada de exquisita factura.
Ermita de Nuestra Señora de Piedraescrita
Enclavada en el paraje singular de “Los Barrancos”, distante algo más de 5 km del pueblo, corona la cima de una de las numerosas lomas escasas de vegetación que caracterizan al lugar
La ermita es de planta rectangular alargada fabricada de mampostería y sillares en contrafuertes. La cabecera fue cubierta con bóveda de crucería, hoy muy remodelada con un camarín barroco construido a mediados del siglo XVIII. Alberga esta cámara a la Virgen que otorgó el nombre de la ermita, que a su vez vino dado por una lápida romana con epígrafe que se conserva embutida en la fachada meridional del templo.
El templo, debido a sus características artísticas y valor cultural, fue declarado Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura y Partrimonio de la Junta de Extremadura en el año 1993.
Se levantó a las afueras del pueblo, siendo más tarde absorbida por el tejido urbano que creció hacia la zona “del Arrabal”. El edificio presenta como característica más significativa su planta de cajón alargada, sin grandes alardes arquitectónicos y sobriedad constructiva. En algunas partes del edificio muestra la huella de obras llevadas a cabo a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Barroco (siglos XVII y XVIII)
Convento de Franciscanos Descalzos
Fruto de la prosperidad urbana y alza del poder religioso en la villa, se funda en el año 1600 un pequeño Convento de Franciscanos Descalzos, del que hoy sólo se conserva un epígrafe alusivo a la orden monástica y con el escudo representado. Se encontraba éste ocupando el solar de algunas viviendas de la C/ Los Benítez, siendo allí donde podemos contemplar la única referencia a su existencia transformada en dintel de una puerta.
Convento e Iglesia de Las Clarisas
El Convento es uno de los elementos arquitectónicos más relevantes del pueblo, su patio, dependencias interiores y arquitectura en general, muestran las facetas constructivas de los siglos XVII y XVIII. La planta del templo, claramente de cajón y muy estrecha con cúpula sobre un crucero muy poco desarrollado, pone de manifiesto las características del barroco pleno, posiblemente de la segunda mitad del siglo XVII o principios del XVIII. La bella espadaña de ladrillo que se alza en su exterior y que soporta las campanas, destaca sobre todo por la perfección en la utilización del material, decoración con cerámica, así como por la escultural figura estética y valor histórico artístico.
Ocupa parte del solar donde se levantaba el antiguo Hospital de San Bernardo. El edificio es de planta central cubierto con una enorme cúpula con tambor y linterna que ilumina magníficamente el interior.
Otros elementos artísticos a destacar de la población lo constituyen los palacios señoriales que arrancan del siglo XVI, y encuentran en los XVII y XVIII su mayor auge constructivo. La llamada Casa de los Diablos, de bella fachada y que ha visto seriamente perjudicado su modelo original por las recientes obras, es uno de los hitos del pueblo. Muestra un frontal completo de granito labrado rematado por un escudo coronado con una cabeza humana y flanqueado por dos querubines.
Otras casas nobiliarias y representativas de la arquitectura tradicional de Campanario se conservan aún con algunos blasones de armas; tal es el caso del edificó que hace esquina en la parte más alta de la calle Quintana, donde además podemos contemplar el enorme e interesante escudo. Según algunos autores, esta casa estaría ocupando el solar de un antiguo Convento Carmelita, que además estaba dotado de un inmenso huerto, dato que sin duda es incierto. Otro ejemplar similar destaca en la C/ los Benítez, a los que acompañan varios dispersos por todo el pueblo de menores dimensiones, tales como los de la calle Virgen de Guadalupe y el de la Casa de la Santa Inquisición, en la calle Bartolomé José Gallardo. La riqueza de casas blasonadas en la localidad, es sin duda alguna uno de los atractivos turísticos de mayor interés.
Arquitectura popular
Además de las viviendas nobiliarias, símbolos y representantes de las clases sociales más pudientes, destacan en la localidad numerosos ejemplos de arquitectura popular sencilla, que a su vez, refleja la faceta funcional de una localidad tradicionalmente dedicada a labores agrícolas y ganaderas.
La vivienda típica de Campanario se caracteriza por su sobriedad constructiva y estructura interior, que salvando alguna particularidad, responde a un modelo común erigido básicamente con mampostería, tapial y adobe. Suelen ser obras de dos plantas, una baja y sobre ella el doblado, destinado a guardar aparejos de labranza y trabajo. Las dependencias interiores se organizan a ambos lados del pasillo que comunica la puerta de entrada con el corral y cuadras de la parte trasera. Dependiendo de las dimensiones de la casa, puede o no estar dividida en tramos o naves, las más antiguas sin separación de espacios y con techumbres formadas con vigas de madera (troncos de árboles), caña y teja árabe encima; las más recientes, con bóvedas de cañón o aristas separadas por arcos que configuran las naves.
Ejemplos de estas primeras, ya en peligro de extinción, aún se conservan en el “Barrio de los Olivos” y otras calles de la periferia menos remodelada de la localidad.
Las fachadas, todas ellas enlodadas, presentan dos divisiones, una superior encalada y otra inferior marcada por el zócalo característico de las poblaciones del llano. A ambos lados de la puerta de entrada, se abren pequeños vanos que iluminan las dependencias interiores, aunque no es extraño que carezcan de estos.
FESTIVIDADES.
Destaca por antonomasia la Romería de Piedraescrita. Esta peculiar fiesta, celebrada el Lunes de Pascua, data aproximadamente del siglo XVII y, como indica su nombre, se lleva a cabo en honor a la Virgen de Piedraescrita, Patrona de la Serena. La devoción por la "la Barranquera", nombre que se le otorga popularmente a la imagen, ha logrado cruzar fronteras y consigue que cada año miles y miles de personas se den encuentro en la localidad para disfrutar de un día de campo. Además, el atractivo principal de esta fiesta se centra en el desfile de carrozas.
Las carrozas, que se elaboran durante los dos o tres meses previos, se componen de estructuras de madera y hierro que decoradas con papel de colores dan lugar a figuras. El amplio recorrido de las carrozas el día de la Romería suele ser seguido por todos los romeros que acompañan las carrozas, ya sea a pie o a lomos de un caballo o burro. En cuanto a estos suelen ataviarse con las típicas caídas.
Otras fiestas de la localidad son la Caseta, la feria de abril, la feria de agosto, La Noche Eterna, La Semana Santa y la Romería de San Valentín.
CAPILLA.
Capilla es un municipio de la provincia de Badajoz, situado en el borde oriental de la Baja Extremadura, limítrofe con las tierras de Ciudad Real y Córdoba, sobre un terreno accidentado, en el límite de las comarcas de La Siberia y La Serena, presentando características que podrían justificar su inclusión en cualquiera de estas dos comarcas. En todo caso, su localización en la orilla izquierda del río Zújar, sobre la vertiente sur de la sierra del Torozo, la sitúa en la Comarca de la Serena. Pertenece al Partido judicial de Castuera y a 211 km. de la capital de la provincia.
Historia.
Foco de asentamientos humanos desde la más remota antigüedad, como testimonian las abundantes pinturas rupestres de la zona, y punto de fijación después, de la «Miróbriga Turdulorum» céltica. Bajo el dominio romano continuó siendo un centro poblado de notable importancia: «insigne municipio», lo denominó Plinio y también durante época árabe, siempre como enclave estratégico destacado en el eje de las comunicaciones entre Mérida, Sevilla, Córdoba, Almadén y Toledo. Por tal razón, sobre sus escarpaduras existieron en todos los tiempos sólidas fortificaciones.
Un puente medieval llamado de «Garbayuela», quizá de origen romano, con ocho arcos, hoy muy maltrecho, fundamental en la red de itinerarios de la Mesta, en sus proximidades en dirección a Peñalsordo, evidencia la importancia del lugar como nudo de comunicaciones.
Capilla fue conquistada en 1226 por el reino de Castilla, si bien volvió a caer en manos musulmanas hasta que definitivamente fue tomada por las tropas cristianas, siendo entregado el lugar a la Orden del Temple. Al extinguirse la misma, en 1309 pasó a formar parte de las propiedades del Maestre de Alcántara, don Gonzalo Pérez.
En 1382 pasó a la Casa de Béjar, al ser comprada por el camarero mayor del rey, don Diego López de Stúñiga, por 280 000 maravedís. En los primeros años del siglo XVI pasó a formar parte del patrimonio de uno de sus descendientes ya que, según Sánchez Loro, en el testamento de don Álvaro de Zúñiga se le otrogó Capilla y Burguillos. A fines del siglo XVIII pasó al Ducado de Osuna
En el aspecto jurisdiccional, desde la Reconquista fue capital del Estado de su nombre, en el cual se incluían las poblaciones de Garlitos, Baterno, Peñalsordo y Zarza Capilla. En 15941 la Tierra de Capilla figura en la Provincia de Trujillo.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Puebla de Alcocer.2 En el censo de 1842 contaba con 84 hogares y 287 vecinos.
Monumentos y Edificios Artísticos.
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.
Edificación de sencilla arquitectura con marcado sabor popular, que al igual que las viviendas se adecua de manera ingeniosa a la fuerte irregularidad del terreno, lo que hace que sus portadas aparezcan a niveles diferentes. Para salvar la acusada pendiente de su asentamiento, bajo la cabecera se dispone una galería porticada a manera de girola inferior, que a su función de apoyo une un alto valor morfológico y estético, originando uno de los rincones de composición más atractiva de la localidad. Además de un extraordinario valor formal, la iglesia encierra un interés histórico artístico sobresaliente, por tratarse de obra de arte mudéjar, muy posiblemente una mezquita, reconvertida en templo cristiano en el siglo XIV. Constructivamente se trata de una pequeña edificación de mampostería encalada con sencillas portadas, en la que, además de la girola inferior mencionada, únicamente se significa al exterior la espadaña de gran cuerpo que preside la fachada delantera. El interior tiene planta de tres naves sobre arcos de herradura, con cubierta de madera a dos aguas y cabecera cupulada con el mismo cubrimiento. Con motivo de las obras de restauración en fase de ejecución, en 1991 fue descubierto en sus muros un conjunto de pinturas murales de extraordinario valor, fechadas en el siglo XV, representando diferentes escenas religiosas y bélicas, de factura semejante a las que aparecen en la parroquial de la vecina localidad de Chillón, poniendo de manifiesto sus conexiones con el foco toledano.
Castillo de Capilla.
El elemento más particular de Capilla es el formidable castillo roquero denominado Castillo de Capilla a cuyo abrigo se encuentra la población, que corona el farallón rocoso de casi 50 metros de altura que se sitúa a su espalda. Su planta es rectangular e irregular y de sus sólidos muros surgen restos de seis torreones cilíndricos de poderosa presencia. El castillo está situado al oeste del pueblo, sobre un escarpado promontorio que domina el pueblo. Su forma es de polígono irregular ya que tiene que ir adaptándose al terreno. El acceso está al final de una empinada y larga cuesta en su flanco oeste. La fachada principal es un grueso y elevado muro flanqueado por dos torres cilíndricas en los extremos del muro y otra, de las mismas características, en el centro. Se conservan pues, los tres cubos cilíndricos que defienden la zona más vulnerable del castillo por estar en la zona de menor cota y, como se decía, el lugar adonde llega la larga rampa de acceso. El acceso por la puerta principal está defendido por una barbacana.
Población.
Durante la primera mitad del siglo XX, la población de Capilla no experimento un aumento notable de población, así si en 1900 tenía 685 habitantes, su máximo histórico fue en los primeros años de la década de los sesenta cuando alcanzó los 882, comenzando a partir de ese momento a perder población como consecuencia de la gran sangría emigratoria que sufrió Extremadura en los años 60 y 70 del mencionado siglo. En 2016 su población tan solo era de 188 habitantes y una densidad de 1,27 hab./km2, una de las más baja de la región
Fiestas.
Capilla cuenta con varias fiestas a lo largo del año.
«Romería de San Sebastián». Se celebra el 20 de enero.
«Semana Santa».
«Santiago Apóstol». Fiestas patronales que se celebran el 25 de julio.
«Fiesta del Emigrante». Fiesta que se celebra el 15 de agosto, donde, entre otras actividades, hay vaquillas y orquestas.
CAÑAVERAL
Cañaveral es un municipio de la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Pertenece a la Comarca de Monfragüe y a la Mancomunidad de Los Riberos del Tajo. Tiene una extensión de 86,48 km² Al municipio pertenecen las localidades de Grimaldo y Arco (o Arquillo). Cañaveral limita con: Portezuelo y Pedroso de Acim al oeste; Holguera al norte; Plasencia y Malpartida de Plasencia al noreste; Mirabel y Casas de Millán al este; Hinojal al sureste; Garrovillas de Alconétar al suroeste.
Historia.
Según afirma José Ramón Melida, esta Villa aparecía ya citada en el siglo XVI con el nombre de Cañaveral de las Limas, perteneciendo a los estados de Alba de Liste. Después fue incorporada al ducado de Frías.
Se trata de un pueblo cuyo crecimiento ha estado desde la antigüedad vinculado a la Ruta de la Plata y al Camino Real que cruza su termino de Norte a Sur, transito de los ganados trashumantes y de las carreterías dela sal, lo que dio lugar a ser un centro neurálgico en el descanso de los carreteros y el cambio de caballerías.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, Partido Judicial de Garrovillas, que en el censo de 1842 contaba con 430 hogares y 2356 vecinos.4
Monumentos.
La Iglesia de Santa Marina, situada en el centro del pueblo en la antigua cañada real de merinas, constituye el elemento más importante de la población. Es un edificio con aspecto exterior de fortaleza, de muros graníticos labrados con tosquedad y contrafuertes correspondiente a los arcos fajones interiores, que se aplican diagonalmente a los ángulos del testero y normales al eje de la iglesia sobre los puntos en que descargan los empujes de las bóvedas.
Tiene dos portadas bastantes simples y de tradición gótica. La del Sur recientemente restaurada, se abre en arco de medio punto, enmarcado por tres arquivoltas de perfil apuntado. La del Oeste tiene vano de medio punto con profundo abocina miento con molduras góticas y gran alfiz. Una cornisa con bolas incrustadas remata todos los muros.
El edificio es de plata rectangular, estrechándose en la cabecera para adquirir forma casi cuadrada. Sobresalen dos construcciones en el castado: la sacristía adosada a la Capilla Mayor, y la torre. En el interior, el espacio de la nave, que está dividida en cuatro tramos con arcos torales apuntados, se cubre con una atractiva bóveda de cañón apuntados de sillería. En el presbítero hay bóveda de crucería sobre semicolumnas adosadas de las que arrancan ne4rvios diagonales y terceletes que dibujan una estrella de cuatro puntas.
En su interior actualmente quedan tres retablos, el de la Capilla Mayor es del siglo XVIII y los situados en los colaterales son de estilo barrocos.
Además de la mencionada iglesia, cuenta también con la ermita de San Roque y el Santuario de Nuestra Señora de Cabezón, que alberga una talla medieval de la Virgen con el Niño.
Gastronomía.
Son célebres las limas, tal y como pone de manifiesto el dicho popular: Cañaveral de las limas, Arquillo de los limones, en las Casas picarazas y en Holguera barrigones
Fiestas locales.
En Cañaveral se celebran las siguientes fiestas:8
San Benito, el lunes después de Semana Santa;
San José Obrero, el 1 de mayo en la barriada de la estación;
Virgen de Cabezón, el segundo domingo de mayo;
San Roque, el 16 de agosto.
Población.
Como se puede observar en el gráfico adjunto, durante la primera mitad del siglo XX, la población se mantuvo alrededor de los 2.900 habitantes, comenzando a perder población a partir de la década de los sesenta y setenta como consecuencia de la gran sangría emigratoria que sufrió Extremadura en las mencionadas décadas. Al terminar el siglo XX, su población era de 1403 almas, y el 2016 tan solo alcanzaba los 1043 habitantes y una densidad de 13,4 hab/km2, la mitad de la media de la región.
CAÑAMERO.
Cañamero es un municipio de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura. Perteneciente a la Mancomunidad de las Villuercas-Ibores y al Partido judicial de Logrosan. Está situado en el extremo Sureste de la provincia, a 107 km. de Cáceres capital, limitando su término con la provincia de Badajoz.
Conocido por su vino de pitarra, el municipio da nombre a una de las subzonas de la denominación de origen Ribera del Guadiana. El pueblo se sitúa sobre la EX-102, entre Logrosán y Guadalupe.
Cañamero se fundó entre el siglo IV y la época visigoda. De la Edad Media se conservan en la montaña que preside la localidad los restos del Castillo de Cañamero. En 1538 se le concedió a Cañamero el título de villa.
HISTORIA.
Prehistoria.
Las primeras muestras de presencia humana se remontan al Paleolítico, cuando la zona era recorrida por pueblos nómadas dedicados a la caza de grandes herbívoros y a la recolección de frutos silvestres. Los primeros asentamientos son del Neolítico, que dejan en la zona rastros como dólmenes, grabados y pinturas rupestres. La Edad del Bronce, época en la que se explotaban los yacimientos de estaño del vecino pueblo de Logrosán y los aluviones auríferos del Ruecas, deja también sus huellas en forma de inscripciones tartésicas sobre piedra. Más adelante la zona es poblada por pueblos celtas, ganaderos y guerreros, que construyen asentamientos fortificados y se aliarán con Viriato en la lucha contra la invasión romana.
Edad Antigua.
La época romana alcanza desde los tiempos de Viriato (139 a. C.) hasta hace unos mil quinientos años. Los romanos no llegan a colonizar plenamente la zona hasta el siglo IV d.C., de cuya época son los innumerables vestigios arqueológicos de las explotaciones agrícolas que encontramos repartidos por toda la Colonia, las Víboras, los Carrascales, la Dehesa Boyal, la Olivilla, etc. Por los alrededores pasaba una de las vías romanas que unían las ciudades de Mérida y Toledo, camino que perdurará durante toda la Edad Media con el nombre de “camino sevillano”.
Los vestigios arqueológicos hallados en el interior del casco urbano, tres aras funerarias, permiten suponer que la población de Cañamero debió nacer en el siglo IV, alrededor de una villa romana que explotaba el rico valle del Vacianchas y que sirvió, en sucesivas etapas, como núcleo de población aglutinante de lo que sería el futuro Cañamero.
Edad Media.
En la época visigoda (siglos V-VIII) se construye un fortín dominando el pueblo, en la peña conocida como El Castillo. El pueblo era conocido como "Villa Realenga de Cañamales", pasando tiempo después a denominarse "Cañamero", posiblemente por darse en abundancia el cultivo del cáñamo por la zona.
En el año 713 los árabes conquistan Mérida y en su paso hacia Toledo ocupan la zona, en la que más tarde se asentarán algunos guerreros de las tribus bereberes de los Nafza, Miknasa y Hawara. Como en el resto de la Península ocupada, la población indígena se islamiza y arabiza paulatinamente. En esta época se construye el castillo de Cañamero y varios asentamientos militares en los alrededores. Es posible que el castillo de Cañamero corresponda al hisn o fortaleza de al-Yanah o al de la Peña de Abu Hasan, citados ambos por el geógrafo del siglo XV Ibn 'Abd al Mun'im al-Himyari recopilando fuentes anteriores, situados en los alrededores de Luqrushán (Logrosán).
La conquista castellana se produce hacia el año 1133, cuando las tropas de Alfonso VII pasan por el lugar de regreso de una expedición en Sevilla. Cañamero, no obstante, seguirá siendo un lugar fronterizo y testigo de las luchas entre andalusíes y castellanos.
En 1220 las tropas cristianas, al mando del infante Sancho Fernández de León "el Cañamero", hijo del rey Fernando II de León y hermanastro de Alfonso IX de León, se apoderaron del castillo de Cañamero, aunque la mayoría de sus acompañantes, desengañados por las promesas que el infante Sancho Fernández les había hecho de que se dirigirían al reino de Marruecos, abandonaron al infante Sancho, quien fortificó el castillo de Cañamero y desde allí, atacó las tierras cristianas y musulmanas colindantes.5
El infante Sancho Fernández de León "el Cañamero" falleció el día 25 de agosto de 1220, a los treinta y cuatro años de edad, como consecuencia del ataque de un oso, que lo mató cuando el infante salió a cazar, en Cañamero.6 El día 25 de agosto de 1220, dos días después de la defunción del infante Sancho Fernández de León, el gobernador musulmán de Badajoz se apoderó del castillo de Cañamero y asesinó a todos los cristianos que en él moraban.7
A partir de estas fechas, y dado el valor estratégico de Cañamero en la defensa de la frontera, se producen los primeros asentamientos dispersos de colonizadores cristianos y judíos procedentes del reino de Castilla. El lugar de Cañamero se reagrupa debajo de su castillo; sus escasos moradores cultivan lino y cáñamo, de donde le viene el nombre a la población. Cañamero queda incluido dentro del concejo de Trujillo.
En el año 1415 el dominico San Vicente Ferrer predica en Cañamero para conseguir la conversión de los judíos y moriscos que habitaban "algunas caserías divididas, todos hortelanos y labradores". San Vicente los reúne con los cristianos de la "aldea vieja" y levantan la iglesia parroquial consagrada a Santo Domingo de Guzmán, cerca de la cual se formará el futuro "barrio nuevo".
En el año 1457 el rey Enrique IV concede al noble trujillano Diego de Orellana el lugar de Cañamero. Orellana reconstruyó el castillo y se dedicó a asaltar a los abastecedores, ganados y peregrinos del cercano monasterio de Guadalupe. Por eso, apenas tres años más tarde, en 1461, el mismo Enrique IV ordena al Concejo de Trujillo que derriben el castillo de Cañamero y que "no se construya nunca más en dicha peña, ni torre ni castillo ni otra casa fuerte ni edificio alguno". Cañamero tenía entonces unos 400 vecinos, siendo uno de los pueblos más grandes del término de Trujillo.
Edad Moderna.
Los hombres útiles de Cañamero se alistaron a menudo como soldados en expediciones contra el Reino de Granada, y también hubo más adelante una emigración, considerable dado el volumen de la población, hacia América. En 1520 Juan García de Cañamero pasa a la conquista de México con el capitán Pánfilo de Narváez.
En el año 1538 el pueblo de Cañamero se separa de la jurisdicción de Trujillo pagando seis mil ducados al rey Carlos I de España, recolectados entre todos sus 450 vecinos. La aldea es declarada "villa exenta, con jurisdicción civil y criminal propias", con facultad de tener cárcel, cadenas, horca, rollo y picota.
Cañamero conoce su etapa de mayor prosperidad en los años 1590-1640, años en los que se duplica la población y se amplía el pueblo, y más tarde su etapa de mayor decadencia, entre 1700 y 1850.
Edad Contemporánea.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional, entonces conocido como Cañameros en la región de Extremadura que desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Logrosán8 que en el censo de 1842 contaba con 310 hogares y 1698 vecinos.9
En 1845 tenía 1698 habitantes y 260 casas, con calles malas y sucias, una casa-ayuntamiento sin uso y una escuela con 50 niños.
Durante la Segunda República el Ayuntamiento estuvo gobernado por Izquierda Republicana. El pueblo fue ocupado por las tropas rebeldes en julio de 1936 y permaneció durante un tiempo en la línea del frente. El Castillo (es decir, el promontorio donde estuvo ubicado el antiguo castillo) volvió a utilizarse como posición estratégica contra posiciones republicanas en los alrededores del pueblo.
Población.
Durante la primera mitad del siglo XX, Cañamero creció notablemente, pasando de los 1975 habitantes que tenía en 1900 a los 3426 a finales de los años 60, comenzando a partir de ese facha a perder población como consecu8enia de la gran sangría emigratoria que sufrió Extremadura durante la década de los sesenta y setenta. Al terminar el mencionado siglo su población era de 1916 almas y en él año 2016 solo alcanzaba los 1676 habitantes y una densidad de 11,4 hab./km2, menos de la mitad de la media de la región.
Patrimonio.
Desde el punto de vista artístico, el elemento más destacado de la población, es la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Construida de mampostearía, reformada mediante contrafuerte, posee un espacio interno organizado en tres naves separadas por arquería de pilares.
La cabecera es semicircular, partida en dos sectores, rematándose el primero con medio cañón y el segundo de nuevo con aristas. Una única capilla de planta cuadrada se abre en su lado izquierdo. Este conjunto pertenece a los siglos XVI y XVII.
De su aspecto externo, merecen atención la portada de los pies y la torre. La primera franqueada por contrafuertes, consta de un arco apuntado sobre imposta. Y la segunda adosada a la cabecera, se eleva en dos cuerpos, rematándose el superior mediante una pequeña cúpula.
La Ermita de nuestra Señora de Belén. De una sola nave. Las pinturas barrocas de su interior fueron restauradas en 2007 y ocupan la cabecera de la ermita y el primer tramo de la nave cubierto por una vuelta de cañón. La ermita conserva una imagen de la Virgen del siglo XV y acoge una romería por Semana Santa. La otra ermita de la localidad es la de Santa Ana (s. XVIII).
Cueva de Álvarez: Acoge unas pinturas rupestres que durante el 2008 han sido objeto de limpieza.
Castillo de Cañamero. Es la formación rocosa que preside la localidad desde la cual se puede contemplar una amplísima panorámica. En lo alto, mirando hacia el río Ruecas se localizan trazos de antiguas construcciones de carácter defensivo. En la más grande de ellas existe un sector actualmente tapiado que daba acceso a lo que algunos testimonios consideraban unas galerías.
Festividades.
En Cañamero se celebran las siguientes fiestas:
Quintos, el 24 de enero;
Carnavales;
Las luminarias, el 18 de marzo;
Semana Santa, en la cual destacan el Día del Bollo el Domingo de Pascua y la romería de la Virgen de Belén el día siguiente;
Fiestas patronales, en agosto.
CAMPO LUGAR
Campo Lugar es un municipio perteneciente a la provincia de Cáceres en la comunidad autónoma de Extremadura. Se sitúa en la Comarca de Trujillo, al Sureste de la provincia, limitando con la provincia de Badajoz. Se encuentra entre Miajadas y Alcollarín
Limita con: Miajadas al suroeste; Escurial al oeste; Abertura al noroeste; Alcollarín al noreste; Madrigalejo al sureste; Villar de Rena al sur.
Historia.
Campo Lugar es un pueblo de origen medieval. Los historiadores comienzan a hablar de una población formada en pleno medievo, en el año en que fue reconquistada la vecina Trujillo, en 1232.
Su nombre se ha visto alterado en varias ocasiones. En el siglo XIII, y con motivo del reparto de territorios que trajo consigo la reconquista, se denominó "El Campo de Alcántara" haciendo honor a la Orden a la que correspondía este pedazo de tierra. En 1594 formaba parte de la Tierra de Trujillo en la Provincia de Trujillo.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Logrosán,3 que en el censo de 1842 contaba con 100 hogares y 584 vecinos.4
Bajo el nombre de "El Campo de Alcántara" hasta la primera mitad del siglo XX momento en el que, tras haber pasado a ser una villa con señor propio, se llamará "El Campo". Pero es este un nombre ambiguo que creaba más de una confusión, máxime tras el desarrollo de las comunicaciones postales, de ahí que se añadiera (Lugar) a modo de aclaración a cada una de las cartas enviadas a la localidad. Así quedó fijado su nombre para siempre como hoy día lo conocemos, Campo Lugar.
Población.
Durante la primera mitad del siglo XX doblo su población, al pasar de los 795 habitantes que tenía a comenzar el siglo a los 1.680 en la década de los sesenta, comenzado a partir de ese momento a perder población como consecuencia de la gran emigración que sufrió Extremadura durante la década de los 60 y 70 del siglo pasado. Al finalizar el mencionado siglo, su población alcanzaba los 1.209 habitantes y en 2016 la cifra había bajado a tan solo 960 y una densidad de 12,9, la mitad de la media de la Región.
Patrimonio.
Iglesia parroquial católica de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Diócesis de Plasencia, Arciprestazgo de Miajadas.5 Es una sencilla construcción de nave central con capillas laterales y cubierta con bóveda falsa. A los pies de la Iglesia se alza un sencillo coro.
En el exterior la torre está exenta, aunque unida al templo por medio de un arco. La Iglesia, aunque ha tenido muchas reformas, puede datar de los años finales del Siglo XV.
En el altar mayor existe un retablo barroco de columnas salomónicas con racimos, presentando en su centro tallas de la Asunción, con dos pinturas laterales de San Juan Bautista y San Blas.
Fiestas locales.
En Campo Lugar se celebran las siguientes fiestas locales:
Nuestra Señora de los Ángeles, del 31 de julio al 5 de agosto;
Carnavales con vaca embolada simulada;
Fiestas del Patrón;
Candelas.
CAMPILLO DE LLERENA
Es un pueblo de la provincia de Badajoz, que se localiza al norte de Llerena, de la que dista 46 km, y 135 km de Badajoz. El núcleo urbano está situado en el cuadrante noroeste del término municipal. En extensión, el pueblo hace el número 27 entre los 162 con que cuenta la provincia.
Pertenece a la comarca de Campiña Sur y al Partido judicial de Llerena. Tiene como población de importancia más cercana a Azuaga y pertenece a la mancomunidad de aguas y servicios de Llerena.
El municipio está aislado en medio de un gran territorio donde hay pocos núcleos de población. El suelo es duro y el paisaje queda definido por una orografía donde los llanos y las ondulaciones van cediendo lugar a un terreno más accidentado.
Su término abarca una extensión de 234 km², confinando al Norte con los términos de Retamal de Llerena y Zalamea de la Serena, al Sur con los de Azuaga y Maguilla, al Este con los de Zalamea de la Serena y Peraleda del Zaucejo y al Oeste con los de Hornachos y Valencia de las Torres.
Relieve.
El término es bastante montañoso. La Villa se asienta en un pequeño cerro sobre un afloramiento granítico, entre una serie de cerros constituidos por cuarcitas silúricas, predominando el suelo pardo mediterráneo y Rotlehm.
Las elevaciones más importantes se hallan al este del término, en una pequeña sierra que se llama Argallén, ramal de la de Peraleda, orientándose de Norte a Sur, que alcanza los 730 msnm. Otras cotas mencionables son las sierras del Corcho, Mingorrubio, Sierra Chica, Sierra del Prado, Cornejo y Cerro Mirón, con alturas que oscilan entre 550 y 675 msnm.
Clima.
El clima es de tipo mediterráneo, con influencia atlántica, con caracteres más acusados en las máximas estivales, seco y caluroso, que en las mínimas de invierno. La temperatura media anual es de unos 16 °C, que nos lleva a definir el clima como seco subhúmedo. La media mínima oscila entre 7 y 9 °C, con mínimas absolutas que no suelen bajar de 5º, oscilando las medias máximas entre los 25 y 29 °C, con máximas absolutas del orden de 40 °C y a veces superiores.
Historia.
Según algunas leyendas, los antecedentes de Campillo se remiten a un núcleo romano llamado «Ipasturgi» fundado por personal proveniente del asentamiento túrdulo de «Arsa», que algunos historiadores pretenden hacer coincidir con el castillo árabe de «Argallet», hacia el noroeste de la población, próximo a Zalamea de la Serena.
En 1594 formaba parte de la provincia de León de la Orden de Santiago y contaba con 404 vecinos pecheros.2
A la caída del Antiguo Régimen la localidad, entonces conocida como Campillo, se constituyó en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Llerena.3 En el censo de 1842 contaba con 263 hogares y 1002 vecinos.4
Población.
Durante la primera mitad del siglo XX, la población de Campillo de Llerena tuvo un notable aumento, pues paso de los 2.393 habitantes que tenía al comenzar el siglo, a 5.100 en la década de los sesenta, comenzando a partir de ese momento a perder población, como consecuencia de la gran emigración que sufrió Extremadura en la década de los 60 y 70 del siglo pasado. En 2016, su población solo alcanzaba los 1.406 habitantes y su densidad era de 6 hab/km2, una cuarta parte de la media de Extremadura
Patrimonio.
El patrimonio más importante de la Iglesia Parroquial. bajo la advocación de San Bartolomé, en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. La cual fue levantada en el siglo XV si bien está muy modificada. Sobre la fachada gótico mudéjar destaca su gran torre con varios ventanales para las campanas en el tercio superior. Está construida a base de ladrillo. La portada está dotada de arrabá y conopeo. La iglesia tiene dos cuerpos; el inferior es de mayor categoría y el superior se reconstruyó en el año 1955 con escaso gusto y conocimientos. En el altar mayor había un retablo de Estacio de Bruselas, pero quedó destruido en 1936.
CAMPILLO DE DELEITOSA
Campillo de Deleitosa es un municipio de la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Con una extensión de 25,6 Km2, está situado en la comarca de los Ibores, distando 37 a Navalmoral de la Mata.
Limita con: Valdecañas de Tajo y Mesas de Ibor al norte; Higuera de Albalá y Deleitosa al oeste; Robledollano al sur; Fresnedoso de Ibor al este.
Historia.
A la caída del Antiguo Régimen, la localidad se constituyó en municipio constitucional en la región de Extremadura, desde 1834 quedó integrado en Partido Judicial de Navalmoral de la Mata.2 En el censo de 1842 contaba con 40 hogares y 219 vecinos.
Patrimonio.
Iglesia parroquial católica bajo la advocación de San Sebastián, en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Diócesis de Plasencia, Arciprestazgo de Casatejada.
Cementerio tardo-romano, lavadero de metal de la Edad Media, las veneras, el canal de las hidroeléctricas, la cueva de Juan Caldilla, y numerosos vestigios de historia más que se conservan en el museo de Cáceres.
Población.
Como se puede observar en el gráfico adjunto, Campillo de Deleitosa, tuvo durante la primera mitad del siglo XX un moderado aumento de su población, pasando de los 423 habitantes que tenía a comenzar el siglo a los 614 en los primeros años de la década de los sesenta, comenzando a partir de ese momento a perder población, como consecuencia de la gran emigración que sufrió Extremadura en la décadas de los 60 y 70, de tal forma que al terminar el mencionado siglo su población eran132 habitantes y en 2016 tan solo 88 almas, y una densidad de 3,4 hab/km2, una de las más baja de la Región
Fiestas locales,
En Campillo de Deleitosa se celebran las siguientes festividades:
San Sebastián, el 20 de enero;
Fiestas del emigrante, el 15 de agosto;
Fiesta de la Virgen, el 12 de septiembre.
GUISANTES A LA EXTREMEÑA
Ingredientes:
250 gr. de guisantes, 250 gr. de patatas, 2 cucharadas de manteca de cerdo, 30 gr. de chorizo, 30 gr. de jamón ibérico, 1 cebolla, 1/2 cucharada de harina, Sal, Laurel, Pimentón de La Vera, Aceite de Oliva Virgen Extra.
Preparación:
Se pica la cebolla, se le quita la piel al chorizo y trocear en dados junto con el jamón. En una cacerola ponemos la manteca y sofreímos el chorizo, el jamón y la cebolla. Se añaden los guisantes, echamos agua hasta cubrirlos, incorporamos a continuación el laurel y el pimentón y se deja cocer. Incorporamos las patatas troceadas y se deja cocer hasta que todo esté tierno. Mezclamos la harina en una cucharadita de aceite en una sartén y la añadimos al guiso dando un hervor. Datos de
GAZPACHO DE PATATAS
Ingredientes:
Patatas cocidas, Huevos, Cebollas, Ajos, Pimientos secos, Aceite de Oliva Virgen Extra, Sal, Laurel, Vinagre.
Preparación:
Cocemos las patatas, sin pelar, y los huevos en agua con sal. Elaboramos un majado con los ajos y los pimientos secos. Picamos las cebollas en juliana. Pelamos y picamos las patatas y los huevos y los mezclamos con el majado y la cebolla.Aliñamos con el aceite de oliva, el vinagre y la sal. Trituramos todo y rectificamos con agua hasta coger la textura deseada.
GAZPACHO DE CEREZAS DEL JERTE
Ingredientes:
4 tomates maduros, 1 pepino pequeño, 1/4 de cebolla, Medio diente de ajo, Medio pimiento verde normal, 300 gr. de Cerezas del Valle del Jerte, 2 trozos de pan del día anterior, sin corteza, Una cucharada sopera de Aceite de Oliva Virgen Extra, Una cucharada sopera de vinagre de vino, Sal.
Preparación:
Se quitan los huesos y rabos de las cerezas, dejando solo la carne y se pasa todo por la batidora. Del pan, quitamos la corteza, troceamos y sumergimos en el zumo de cerezas. Cortamos los tomates y el pimiento, previamente lavados. Pelamos y cortamos el diente de ajo y la cebolla. Pasamos todos los ingredientes (incluido el vinagre, el pan y la sal) por la batidora. Una vez líquido, lo pasamos por un colador. Tras esto, ponemos aceite (cucharada sopera) poco a poco mientras lo movemos y lo metemos en la nevera.
Presentación
:Al gazpacho de cereza le va muy bien una nieve de queso fresco por encima. Lo más fácil es trocear un trozo de queso fresco de Burgos y congelarlo. Antes de servir el gazpacho sacar el queso, echarle algo de sal y triturarlo con la batidora.
91 611 14 07
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Miércoles:
De 18:00 a 20:00 pm
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